Nunca hubiese querido, ni pensado que volvería a escribir tan pronto sobre mi niña y mis sentimientos, una entrada al día era lo planeado pero sin romperme el alma, sin destrozar mi lucidez.
El miércoles me dieron una de esas noticias que viene sin avisar, un baño de realidad por los veterinarios a los que la voy a dejar en sus manos la vida que un día entro por la puerta de mi casa y mi corazón, la que sin quererlo aún me une a Zar, 8 años de paseos juntos vincula mucho y hay momentos muy felices en los que mi corazón reposa cuando ya no puede más, mis noches de desaliento han descansado en ella haciendo de almohada, donde mis lágrimas bañaban su cuerpo y ella tan dulcemente lamía mis heridas y mis ojos bañados en dolor y en ausencia.
Apenas quedan unos días para entrar en quirófano y dejar tu vida en manos diferentes a las mías, en manos que espero te curen tu cuerpecito, a mi me tocará lo más difícil, esperar, y vivir unas horas con la esperanza de volver a tenerte en mis brazos, de volver a besarte y buscar cunillets juntas, de paseos eternos, momentos de juegos y de ver tu dulce cara observando mis movimientos.
Floreta, tenemos un ejército detrás que nos pasarán toda la energía positiva y enviar la destreza necesaria a quien va a tener tu vida en sus manos, para ellos un perro más, para mi, mi vida entera.
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